- Cada vez más veterinarios están advirtiendo a los dueños de perros que no les den huesos recreativos a sus mascotas por el peligro que implican.
- Aunque es verdad que para algunos perros ningún hueso es seguro, a la mayoría se les pueden dar huesos crudos siempre y cuando su guardián responsable humano esté consciente y sea cuidadoso.
- Mientras que los huesos cocidos provocan un gran peligro, los huesos crudos recreativos pueden ofrecer grandes beneficios a los perros.
- Dos reglas muy importantes para dar huesos crudos a tu perro son: asegurar que estás dándole un hueso de tamaño correcto, y supervisar a tu perro cada vez que esté jugando con él.
Los Perros Aman los Huesos Más Que Cualquier Otra Cosa, Pero Por Favor No Cometas Este Error
Por la Dra.
Becker
Recientemente
me topé con un artículo en el Telegraph del Reino Unido sobre los peligros de dar huesos a los perros. De acuerdo con la Dra.
Rebecca Ashman, una veterinaria de la caridad veterinaria británica más
importante: People´s Dispensary for Sick Animals (PDSA):
"Nosotros
no recomendamos los huesos como premios ya que desafortunadamente nuestros
veterinarios y enfermeras se encuentran regularmente con perros con el tracto
digestivo dañado o bloqueado por astillas o pedazos grandes de hueso que se
tragaron y ahora están obstruidos"
Ashman
también recomienda, al igual que yo, no darles huesos de cuero por la misma
razón, aunado al hecho de que pueden contener químicos dañinos como cloro,
peróxido de hidrógeno y arsénico.
Hueso de Nudillos Termina Siendo Fatal Para un
Schanuzer Miniatura de 2 Años
El artículo
cuenta la trágica historia de un joven schanuzer miniatura llamado Burtie. Los
dueños de Burtie le dieron un hueso de nudillos de cerdo como regalo de
navidad. El perro se enfermó rápidamente y tuvieron que correr a la clínica
veterinaria, donde los rayos X mostraron fragmentos de hueso en su estómago e
intestinos.
A pesar una
cirugía de cuatro horas, el pequeño Burtie tuvo que ser sacrificado el día de
navidad, el cual sería apenas su segundo cumpleaños. No hace falta decir que
sus dueños estaban devastados.
Desafortunadamente,
el artículo es extremadamente impreciso a la hora de especificar si el hueso
dado a Bertie estaba crudo o cocido, y cuál era su historial con huesos y
juguetes masticables. Esta declaración por parte de la dueña de Burtie me hace
pensar que estaba cocido:
"Burtie
se llevó [el hueso] tal como lo hacen los perros, y se lo comió casi todo. Por
supuesto no creerías que un producto potencialmente letal pueda ser empaquetado
como un premio para perros y vendido a sus desprevenidos dueños."
No estoy
segura si un hueso de nudillo crudo sería empaquetado como un premio para perros. Ella también menciono esto:
"No
creo que la gente esté consciente de los peligros que involucra darle a tu
perro un hueso – especialmente los cocidos o ahumados – y apoyamos totalmente
el consejo de la PDSA"
Me pone
triste que a Burtie se le haya dado un hueso cocido. Sabrás si los huesos han
sido cocidos (ahumados) porque estarán en estanterías o anaqueles a temperatura
ambiente.
También me
pone triste que a este amiguito se le haya permitido esconderse con su hueso, y
que sus pobres dueños no se dieran cuenta de los peligros de ambas acciones
hasta que fue muy tarde.
Existe una
manera segura de ofrecerle huesos recreativos a la mayoría (pero no a todos) de
los perros. En el caso de Burtie, parece ser que dos reglas importantes sobre
cómo premiar con huesos fueron rotas. Número uno, sólo hay que dar huesos crudos.
Número dos, siempre hay que supervisar a nuestros perros cuando están
mordiendo un hueso – nunca lo dejes fuera de tu vista.
Huesos Crudos vs Hervidos
Parece ser
que la Asociación Veterinaria Británica (BVA) está consciente de que los huesos
crudos son más seguros que los cocidos. El vicepresidente júnior de la BVA,
Gudrun Ravetz, también fue entrevistado para el artículo del Telegraph:
"Los
huesos hervidos son peligrosos tanto para perros como para gatos, y los
veterinarios tratan seguido a los animales que los han consumido, ya sea que se
les dio el hueso cocido directamente o que los hayan encontrado hurgando en la
basura. En muchos casos los animales requieren cirugía para remover los
fragmentos, astillas o pedazos de hueso, pero también puede terminar siendo
fatal.
Les pedimos
a los dueños que nunca les den a sus perros huesos hervidos, y también de
disponer de manera segura de cualquier hueso que haya sobrado de su propia
comida, para evitar que las mascotas puedan encontrarlos.
Si los
dueños les dan a sus perros huesos crudos, les recomendamos hablar con su
cirujano veterinario para comprender los riesgos y sólo hacerlo como parte de
una dieta balanceada. La carne y huesos crudos también pueden ser riesgosos
para la salud humana. Tampoco recomendamos dar a los gatos huesos crudos."
Los
ancestros de tus perros y sus equivalentes salvajes han estado comiendo huesos
desde siempre. Los caninos en su hábitat natural comen presas, incluyendo su
carne, huesos y contenidos intestinales. De hecho, tu mascota tiene un
requerimiento biológico de los nutrientes encontrados en la médula ósea y en
los huesos mismos.
Y los perros
aman morder los huesos crudos por su sabor, la estimulación mental y también
porque ese mordisqueo constante es un gran ejercicio para los músculos de la
mandíbula.
De hecho,
existen dos tipos de huesos crudos: los huesos comestibles y los huesos
recreativos.
• Huesos
crudos comestibles. Son los huesos de las aves, huecos y sin peso (por lo
general alas de pollo y cuello de pollo o pavo). *
Son suaves,
flexibles, no tienen médula y pueden ser fácilmente aplastados en una moledora
de carne. Estos huesos proveen calcio, fósforo y minerales traza que pueden ser
una parte esencial de la dieta de comida cruda y balanceada de tu perro.
• Huesos
crudos recreativos. Son grandes pedazos del fémur o huesos de la cadera de
res o bisontes, rellenos de médula. Encontrarás huesos crudos recreativos en la
sección de congelados de una exclusiva boutique de mascotas o una carnicería
local.
No proveen
grandes nutrientes a la dieta de tu perro y son únicamente para mordisquear, no
para comer.
Cuando tu
perro muerde un hueso crudo recreativo, especialmente uno carnoso, con el cartílago
o tejidos blandos aún pegados, sus dientes obtienen el equivalente de una buena
cepillada y limpieza bucal. Esto ayuda a eliminar el sarro y reduce el riesgo
de una enfermedad en las encías.
Los perros
salvajes tienen unos dientes hermosos y encías saludables. Esto es porque las
presas que comen requieren morder mucho y su composición fibrosa les permite
limpiar totalmente sus dientes.
7 Reglas Para Ofrecerle Huesos Crudos Recreativos a
Tu Perro
1. Deberías
poder encontrar nudillos crudos (no hervidos, cocidos ni horneados) en tu
carnicería local, o en el área de carnes del supermercado (a veces se les
llaman huesos para sopa). Cuando tengas los huesos en casa, guárdalos en el
congelador y ve descongelando uno por uno antes de dárselos a tu perro.**
No escojas
huesos que han sido cortados a lo largo como los de la pierna. Los huesos
cortados tienen más riesgo de soltar astillas.
Y no les des
huesos de cerdo o costillas, ya que son más propensos a tener astillas que
otros tipos de huesos.
2. Mi consejo
es que el tamaño del hueso sea del mismo tamaño que la cabeza de tu perro. No
existe un hueso "demasiado grande", pero definitivamente existen
huesos muy pequeños para algunos perros. Los huesos muy pequeños pueden
representar un peligro de asfixia, así como causar un trauma oral
significativo.
No le des un
hueso recreativo a un perro propenso a tragárselo completo o partirlo en dos y
comer los pedazos. Si tu perro rompe pedazos grandes de huesos crudos,
quítaselos antes de que tenga la oportunidad de tragárselos.
También
recomiendo darle a tu perro un hueso para mordisquear después de comer y que
esté lleno. Los perros con hambre (o a los perros que no se les suele dar
huesos) son más propensos a tragarse un hueso completo o a partirlo en dos y
tragarse los pedazos. Esto eleva el riesgo de una obstrucción en el tracto
digestivo.
3. Es
importante estar conscientes de que los mordedores más agresivos pueden quebrar
o fracturar sus dientes con los huesos crudos, así que no se los des a un perro
que tuvo un trabajo dental restaurativo o que tenga coronas dentales.
Los
dentistas veterinarios tienen muchos clientes que le dieron huesos crudos a sus
mordedores agresivos y terminaron con una gran factura por un caro trabajo
dental.
Los huesos
comestibles (completos o molidos) pueden ser una buena alternativa a los huesos
crudos recreacionales para los mordedores más agresivos. Elige huesos que no
soporten peso (por ejemplo, las alas, no las patas).
Si te
preocupa que tu perro muerda huesos comestibles o que se los trague completos,
puedes apretar un extremo con pinzas o algo similar para así forzarlo a morder
pedazos pequeños únicamente. Algunas personas utilizan un martillo para
fracturar los huesos antes de dárselos, lo que minimiza el riesgo de
tragárselos completos.
4. Siempre
supervisa atentamente a tu perro cuando esté jugando con un hueso. No le dejes
irse solo con su premio a una esquina, sin supervisión.
Si empieza a
ahogarse, si de repente desaparece una gran parte del hueso, o si notas sangre
en el hueso o en la boca de tu perro por masticarlo muy agresivamente,
necesitas estar disponible para reaccionar inmediatamente.
Al
supervisarlo de cerca, también sabrás cuando el perro haya mordido hasta la
parte dura y quebradiza de un nudillo, lo que genera astillas más fácilmente.
Los perros
que se intentan comer la médula ósea de una sentada no suelen ser buenos
candidatos para los nudillos, ya que no pueden diferenciar entre un hueso
comestible y un hueso recreativo.
Cuando el
hueso ha sido mordisqueado tanto que redujo el tamaño, hay que tirarlo. No
permitas que tu perro lo siga mordiendo hasta tener un pedazo pequeño, ya que
se lo puede tragar.
5. En
hogares con múltiples perros, para mantener la paz entre ellos, se les debe
separar antes de darles huesos recreativos. Esta regla aplica por igual a
amigos caninos casuales, y a mejores amigos, ya que los huesos recreativos
pueden sacar los peores instintos salvajes aun en los perros más tranquilos.
6. La médula
ósea es grasa y puede aportar al consumo calórico en la alimentación de tu
perro. Los perros con pancreatitis no deberían comer médula ósea. La médula
también puede causar diarrea en perros con estómagos sensibles, así que yo
sugiero vaciar el hueso hasta que el tracto gastrointestinal de tu perro se adapte
a un consumo de grasas más elevado.
Si tu perro
tiene un problema de peso o necesita una dieta baja en grasas, otra alternativa
podría ser darle huesos sin médula. También puedes reemplazar la médula con calabaza sin grasa y volver a congelar los huesos.
7. Los
huesos crudos pueden hacer un gran desastre cuando tu perro los mordisquea. Por
eso es que mucha gente prefiere dárselos afuera, o en una superficie que pueda
ser limpiada fácilmente con jabón y agua caliente.
Esperamos que esta información os sea útil.
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Gracias por leernos y si deseas contribuir en el blog toda la info aquí.
Notas de Squeaky:
*Especial cuidado con el espinazo y algunas partes que pueden ser más peligrosas.
La Dra habla de huesos de pollo aunque también otros huesos con un 60% de carne de otros animales se ofrecen en la dieta barf.
**Nuestra recomendación es congelarlos al menos 3 días antes de consumir.
Se ha solicitado permiso para la difusión de este artículo nombrando autoría y cita:
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